M A D E R A
En los proyectos tradicionales, la estética y estructura de la cubierta es fundamental, planos inclinados para evacuar lluvias o nieve, el envigado que baja desde una cumbrera principal, son costillas como las cuadernas de las embarcaciones legendarias del Nilo, de los ríos de Oriente, del Mediterráneo y del Báltico.
Este tipo de construcción es muy popular, aunque actualmente existen materiales impermeables que prescinden de la pendiente, reformulando desde hace 100 años la imagen de las obras de arquitectura.
En el interior, los cielos diagonales traen movimiento al espacio, el recuerdo ancestral de la carpa o ruca por donde sale el humo de la cocinería y calefacción, el hogar.
La madera es el material primigenio de esta estética atávica y siempre vigente para armonizar con montañas, vientos, alas, mares y dunas. Es un ser vivo que nos aporta su energía y calidez, su textura y olor efímero, que luego de algunas generaciones, se deshace en la tierra y nos compromete a repensar y rehacer el ciclo de la vida.